Petra Kieffer-Pülz
2. La ordenación de monjas y las escuelas budistas Hinayana
Después del establecimiento del bhikkhunisangha, la comunidad budista del Budismo temprano (sravakayana o hinayana) por varias razones, tanto doctrinales como reglamentarias, se dividió en varias escuelas en el curso del tiempo. Entre las dieciocho escuelas Hinayana tradicionales, al menos nueve tenían su propio Vinaya y con esto su propia tradición reglamentaria. Los Vinaya de las diferentes escuelas son muy similares el uno del otro, lo cual indica que todas tenían un origen común. No obstante, diferían en varios detalles lo que muestra que todavía estaban abiertos en términos de redacción cuando las escuelas se desarrollaron.
El número de escuelas con su propia tradición de reglas que también tenía un linaje vivo de monjas ordenadas permanece desconocido. El hecho de que una escuela transmitiera el Código del Vinaya a las monjas no implica necesariamente que existía un bhikkhunisangha en conformidad también [5].
Hasta hoy día, sólo tres escuelas con una tradición formal sobreviven: la Dharmaguptaka en China, Taiwán, Corea, Vietnam, etc.; la Mulasarvastivadin en Tíbet, Mongolia, etc.; y la Theravadin en Sri Lanka, Birmania, Tailandia, etc. Sólo dentro de la escuela el Dharmaguptaka hicieron un linaje de ordenación de monja que sobrevive.
En tal contexto, es importante acentuar el hecho de que las llamadas escuelas Hinayanas con sus tradiciones permanecieron intactas en la mayoría de los países incluso después del desarrollo de los Budismos Mahayana y Tantrayana. La idea de que las escuelas del Budismo Hinayana no jugaron papel alguno en los países donde el Mahayana y el Tantrayana se habían afirmado, es equivocada, quizá con la excepción de Japón. De hecho, la importancia de las escuelas de Vinaya del Hinayana nunca disminuyó ya que el Mahayana y el Tantrayana no produjeron nuevos códigos de Vinaya que reemplazaran a los antiguos, sino que sólo añadieron procedimientos suplementarios vinculados con los votos del Bodhisattva. La ordenación y todos los procedimientos formales de los budistas completamente ordenados tenían que realizarse de acuerdo con el Vinaya de aquellas escuelas Hinayana, independiente de su posición doctrinal, fuese Mahayana o Tantrayana.
Una tradición viviente de monjas fue documentada en India, Asia Central (Turkestán del Este, siglos sexto a décimo), China, Nepal (de los siglos quinto a undécimo), y Sri Lanka. No sabemos con certeza si alguna vez existió un bhikkhunisangha en Birmania [7]. Las inscripciones preservadas aún no han sido evaluadas lo suficiente. Tampoco está garantizado que una tradición de monjas alguna vez haya llegado a Tíbet, Tailandia o Camboya.
La tradición de monjas en India murió con la invasión musulmana a India y junto a la extinción del Budismo. Pero no podemos excluir la posibilidad de que el bhikkhunisangha incluso se hubiese extinguido antes. La última evidencia escrita data de siglo séptimo u octavo AD. En China, Corea, etc., la tradición Dharmaguptaka ha sobrevivido hasta el día de hoy. En Sri Lanka, el linaje de ordenación de monjes y de ordenación de monjas murió durante las revueltas políticas que siguieran a la invasión de Cola en el siglo undécimo AD. Menos de los monjes o monjas suficientes (lo que significa menos de cinco) permanecieron para realizar la ceremonia de ordenación. El actual rey, Vijayabahu I (1055-1110), fue el primero en purificar el Buddhasasana mediante la reintroducción de un nuevo linaje de ordenación para los monjes proveniente de otro país Theravada, Birmania. Pero nada se dice que en esta ocasión también fue introducido un linaje de ordenación para las monjas. Si no había interés en la ordenación de monjas en Sri Lanka o si en Birmania nunca existió o ya no tenía una tradición de monjas es desconocido.
Desde ese entonces, el modo de reintroducir un linaje de ordenación desde otro país fue aplicado una y otra vez por todos los países Theravada. Las escuelas actuales del bhikkhunisangha en Sri Lanka se remontan a linajes de ordenación traídos de Siam en el siglo XVIII y de Birmania en el siglo XIX.
Por consiguiente, el linaje de ordenación de monjas en la tradición Theravāda se extinguió hace mucho tiempo. Si hubo intentos de reanimar el bhikkhunisangha entre los siglos XI y XIX se desconoce. Pero al final del siglo XIX han surgido movimientos de monjas con diez votos (dasa sil mātavā o sila mātavā), un movimiento de mujeres que vestían como monjas, pero que vivían según a sólo diez reglas en vez de las 311 reglas para las monjas que habían recibido la ordenación más alta. Estas dasa sil matas originariamente vivían separadas al una de la otra. Algunas de ellas fueron apoyadas por el movimiento de reavivamiento budista, por ejemplo por Anagārika Dharmapāla. Pero desde los años ochenta las dasa sil matas se han organizado mejor y también han recibido mayor apoyo. En 1983 el Departamento de Asuntos Budistas inició un programa para permitir a las dasa sil matas recibir una educación, la cual antiguamente estaba reservada de manera exclusiva para los monjes. Desde 1995, quince instituciones monásticas comenzaron a impartir clases para las dasa sil matas. Se introdujeron documentos de identidad especiales para ellas, lo que indica que su estado era aceptado. Las dasa sil matas de distintos distritos enviaron representantes que formaron un comité central y se reunían mensualmente. Las actividades que conciernen las dasa sil matas a nivel nacional son discutidas y decididas.
En Birmania, Tailandia y Camboya todavía existe un estatus comparable de mujeres que abandona la vida como cabezas de hogar para practicar el Dhamma. Son llamadas, sila-rhan, may-sila o bhva-sila, y maeji en Tailandia y Camboya.
Además de este movimiento, desde finales del siglo XX los esfuerzos han estado dirigidos a establecer la ordenación de monjas en todos los países Theravāda. La organización internacional Sakyadhīta, fundada con ocasión de una conferencia en Bodh Gaya en 1.987, así como la Red Internacional de Budistas Comprometidos ha jugado un importante papel en este proceso.
Análogo a la reintroducción de los linajes de ordenación para los monjes de otros países Theravāda a Sri Lanka, hubo proyectos para reintroducir la única tradición de monjas existente, la de la escuela Dharmaguptaka en China, a Sri Lanka.
Notas:
[5] El Canon tibetano, por ejemplo, transmite textos de reglas para las monjas los cuales pertenecen a la tradición Mulasarvastivadin, aunque se supone que ninguna tradicion viviente de monja alguna vez llegó a Tíbet.
[7] De acuerdo con fuentes chinas, niñas y niños de Pyu fueron educados en monasterios budistas y permanecieron allí hasta que cumplieran la edad de veinte años, si no deseaban recibir la ordenación más alta. Por tanto, no puede excluirse que con la introducción del budismo desde el sur de India hasta la baja Birmania en el tiempo de Asoka también fue establecida una tradición de monja. Ver Friedgard Lottermoser, “Buddhist Nuns in Burma”, Sakyadhita Newsletter, verano 1991, vol. 2, No. 2.
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